Rescatamos al exfoliante facial: cómo, cuándo y por qué

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¿Conoces en todo lo que te puede beneficiar un exfoliante facial? Nos proponemos desvelar los misterios de la exfoliación y para ello responderemos a 6 preguntas básicas que nos permitirán conocer y dominar a la perfección esta técnica.


¿Qué es la exfoliación?

Se trata de un paso más en nuestra higiene facial y también, una regeneración natural de las células.

Ocurre que la llamada capa basal de la epidermis produce células nuevas a cada instante, es decir, una piel renovada. Las células de piel muerta quedan depositadas junto a las impurezas sobre la capa más superficial de la piel. Los exfoliantes son productos cosméticos formados por pequeñas partículas (cristales, microgranulos) con activos calmantes e hidratantes que sirven para eliminar estos residuos. El exfoliante facial se trata del tipo de exfoliantes con mayor acogida entre los consumidores.

¿Dónde aplicar un exfoliante?

Pueden realizarse exfoliaciones en prácticamente todo el cuerpo, a excepción de la zona de alrededor de los ojos y las más íntimas. Como la piel del cuerpo es más resistente que la de la cara, existen distintos productos para cada una de ellas. ¿Cuál sería la diferencia? Principalmente, el tamaño y material de las partículas que se encuentran en nuestro exfoliante. Por tanto, un exfoliante facial tendrá siempre una composición totalmente distinta a otros tipos de exfoliantes.

Los exfoliantes corporales son de óxido de aluminio y, peculiarmente, tienen forma de estrella. Mientras que un exfoliante facial se caracteriza por estar compuesto de microgránulos y sus puntas son más redondeadas, para evitar dañar la piel.

¿Quién puede aplicarse un exfoliante?

No existe un tipo de personas determinado, pero a partir de la adolescencia, cuando empiezan a aparecer los llamados puntos negros y el acné, sería un buen momento para empezar a aplicar un exfoliante facial a nuestra rutina semanal.

Por otra parte, no existe una edad límite para hacerse una exfoliación. ¡Cualquier edad es buena para querer tener una piel tersa y sin imperfecciones! Apuesta por un buen exfoliante facial.

¿Por qué emplear exfoliantes en tu rutina?

Como comentábamos en el comienzo de esta andadura, la exfoliación elimina la piel muerta y las impurezas de nuestro rostro y cuerpo, y proporciona así una piel suave, limpia, luminosa y tersa. Un exfoliante facial, por ejemplo, conseguirá desobstruir los puntos negros de los poros de tu cara.

Tengamos en cuenta que un aseo profundo de la piel previene el envejecimiento cutáneo, y nos proporciona una piel más permeable y porosa que potencia el efecto de otros cosméticos.

Además, un exfoliante facial es usado, principalmente, para mejorar el aspecto de la piel que está dañada por el sol –importante tras los meses de verano-, también para disminuir las arrugas, mejorar las cicatrices de acné, y atenuar o eliminar manchas porque acelera el proceso de ayuda a la renovación de nuestra piel.

Si hablamos de exfoliación corporal… hablamos también de un perfecto complemento de productos antiestrías o anticelulíticos. Porque… ¿sabías que ayuda a ganar una mayor absorción de estos?

¿Cuándo y cuánto emplear los exfoliantes?

Lo ideal es aplicar un exfoliante facial en el rostro cada 7 ó 10 días, al ser más sensible que la piel del cuerpo, que puede hacerse cada 3 ó 4 días.

No es recomendable excederse en el tiempo de exfoliación; tampoco en la frecuencia con la que se realiza, ya que lo último que queremos es hacernos daño en la piel.

Y tampoco es recomendable exfoliarse cuando se tiene la piel irritada, quemada o que haya sido expuesta muchas horas al sol, ya que estará especialmente sensible, y podríamos lastimarla. Por este motivo, lo ideal es comenzar a exfoliarse al final del verano.

Las personas que sufren de acné o que poseen manchas en la piel han de exfoliarse con la misma frecuencia, pero con un exfoliante más suave para que poco a poco, logren eliminar los granitos.

¿Cómo emplear los exfoliantes?

A modo de instrucciones de uso, os proponemos la siguiente rutina:

1.Limpiar la cara con un gel suave. El proceso de limpieza e higiene es fundamental para todo tipo de procedimiento.2.Aplicar el exfoliante con movimientos circulares durante 1-2 minutos. Especial atención cuando se trate del rostro, deberás aplicar el exfoliante facial cuidadosamente. 3.Aplicar el antioxidante, sérum o gel diario tras la retirada del exfoliante. 4.Ponerse la crema hidratante diaria.

Exfoliantes con Sesderma

Sesderma pone a tu alcance los siguientes exfoliantes:

ABRADEMOL CREMA

Exfoliante facial y corporal compuesta por una crema con cristales de óxido de aluminio. Ideal para tratar arrugas, casos de envejecimiento cutáneo, para pieles grasas propensas a albergar acné, además de cicatrices, estrías…

MANDELAC SCRUB

Ideal para eliminar impurezas y estimular la renovación celular. Enfocado a las pieles sensibles. Se trata de un exfoliante facial en forma de gel compuesto por Ácido Mandélico. El uso del alfa-hidroxiácido, molécula con mayor tamaño que el glicólico, es ideal para evitar irritaciones debido a una penetración mucho más lenta.

MANDELAC SERUM HIDRATANTE AMPOLLAS 2ML

Ideal para cualquier tipo de piel. Al igual que el anterior, su activo principal es el Ácido Mandélico. En este caso, y a diferencia del MANDELAC Scrub, se trata de una solución que debe ser aplicada directamente sobre la piel a través de suaves masajes circulares, al menos una o dos veces por semana.

Numerosas son las ventajas que ofrece para nuestra piel la exfoliación, así que no dudes en aplicar un exfoliante facial o corporal en tu tratamiento.

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