Una de las grandes cuestiones de la humanidad es el envejecimiento y uno de los comentarios más comunes entre la población es si Menganita o Fulanita han «envejecido muy mal». Todos nosotros hemos oído o participado de este tipo de comentarios.
El envejecimiento hay que tomarlo como algo natural, pero no con resignación. Las causas del envejecimiento de la piel están aceptadas por la comunidad científica: son causadas por la menor eficiencia fisiológica de las células, que acumulan daños en su ADN y cada vez se reparan con menor eficacia.
Natural, pero no con resignación. Eso es lo que decíamos anteriormente, porque si bien el envejecimiento es algo natural se puede retrasar de manera absolutamente visible sin tener que pasar por costosas operaciones. Lo más importante es, como siempre, ponerse en manos de profesionales.
Y es que hay una verdad de la que siempre habla el fundador de Sesderma, el doctor Serrano, cuando se le pregunta por lo más importante de un tratamiento «que penetre en la piel». Algo que podría parecer una absoluta perogrullada no lo es para nada. Hay cientos de tratamientos «low cost» que no ofrecen esa primera condición para que un tratamiento se efectivo.
Por eso desde Sesderma hemos sido pioneros de la Nanotecnología, una técnica que permite a nuestros tratamientos llegar justamente hasta donde queremos llegar. Nuestro último avance es la Genocosmética, la nueva generación de productos cuya acción tiene lugar en el origen de las alteraciones de la piel causadas por el envejecimiento. Es decir, actúan en los genes presentes en el ADN de las células de nuestra piel, que causan el envejecimiento. Una vez llegamos a ese lugar privilegiado, hay que conocer cómo regenerar esas células para que se rejuvenezcan. Eso sólo es posible si detrás de ese tratamiento hay mucha investigación y un equipo médico de dermatólogos de primer nivel.
Uno de esos tratamientos es nuestro producto Sesgen 32 que lucha contra todos los signos de envejecimiento desde el núcleo de la célula con activos de alta tecnología, encapsulados en burbujas lipídicas, que activan el reloj biológico y alargan la vida de las células. Como resultado, las arrugas se atenúan, aumenta la luminosidad y unifica el tono de piel. Además, aporta firmeza, hidratación y mejora la textura de la piel.
Envejecer sí, pero no con resignación.
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