Introducción
Los cambios de estación no solo afectan a nuestro estado de ánimo y condicionan nuestro estilo de vida, también afectan a la salud de nuestra piel. Por ejemplo, la llegada del buen tiempo hace que mejoren patologías como la psoriasis. Y la llegada del frío puede propiciar la aparición de brotes de atopia por el descenso de temperaturas que resecan la piel. Unos buenos hábitos de cuidado para nuestra piel nos ayudarán a reducir estos brotes de atopia y a mejorarlos cuando se presenten.
¿Pero qué es la atopia?
La atopia se considera un trastorno de la piel. Es una enfermedad de tipo inflamatorio. Es decir, que está causada por una alteración de nuestro sistema inmunitario. En concreto, el sistema inmunitario de las personas con atopia reacciona de forma exagerada ante agentes externos que de por si no son agresivos para personas que no padecen de atopia, y además tienen alterada la función barrera de la piel. Recordemos que la piel es el órgano que nos protege del exterior y de las agresiones externas. Por eso hablamos de barrera. Si se ve alterada su función, aumentan las probabilidades de sufrir anomalías en la piel.
La atopia suele ser muy común en los niños (sobre todo en lactantes debido a que su sistema inmunitario está menos desarrollado), pero también pueden desarrollarla adolescentes y personas adultas. Lo más habitual es que, conforme los niños que la padecen vayan creciendo, el trastorno vaya perdiendo intensidad, hasta desaparecer.
La atopia no es una enfermedad contagiosa, con lo cual podemos estar tranquilos porque no se van a contagiar el resto de familiares que no la padezcan, ni entre los compañeros en el cole.
La atopia es una enfermedad incomoda por las molestias que generan los picores e irritaciones que se producen por el rascado, pero totalmente benigna.
Esta enfermedad no tiene un origen concreto, pueden influir en su aparición múltiples factores y se cree que el más importante es la predisposición genética (si los padres sufren de atopia, rinitis alérgica o asma, sus hijos tienen mayor predisposición a sufrirla).
¿Es lo mismo la atopia y la dermatitis atópica?
Cuando hablamos de atopia nos viene a la mente la dermatitis atópica. Todos tenemos cerca a un familiar o amigo (si no somos nosotros mismos) que sufre las molestas manifestaciones de esta dermatitis: inflamación de la piel de determinadas partes del cuerpo, picores e irritación.
Pero la atopia no es solo dermatitis atópica. La primera es la enfermedad y la dermatitis atópica es una consecuencia de esta enfermedad, pero no es la única, hay otras más.
Una persona con atopia puede desarrollar otros síntomas al entrar en contacto con diferentes agentes ambientales; como síntomas respiratorios (asma) y síntomas oculares y nasales (conjuntivitis y rinitis).
Los síntomas propios de la dermatitis atópica son variados; Sequedad, prurito (se considera el síntoma principal), inflamación (hinchazón y rojeces), eczemas y picor. Además, existe un riesgo de sobreinfección de la piel (sobre todo en niños) por las lesiones que se producen con el rascado. La localización de las lesiones puede variar en función de la edad, pero en general podemos decir que las zonas más propensas para que aparezcan son: el cuero cabelludo, las mejillas, partes externas de las extremidades, pliegues de las articulaciones, dorso de las manos y los pies.
Para controlar su aparición podemos adoptar hábitos que nos ayuden a minimizar los brotes de dermatitis atópica y reducir sus molestias. Como por ejemplo hidratar la piel, puesto que la sequedad agrava las molestias propias de la dermatitis atópica, utilizar además cremas hidratantes que contengan agentes emolientes y/o aceites corporales (como los presentes en nuestra línea Atopises). Vestir con prendas de algodón que ayuden a la piel a transpirar, sustituir los baños por duchas rápidas con agua templada, para no someter a la piel al agua caliente, y utilizar jabones específicos para la dermatitis atópica. En niños, es importante además mantener las uñas cortas para evitar el rascado y el riesgo de sobreinfección. No olvidar por supuesto la importancia de mantener una alimentación adecuada: incluir en la dieta alimentos ricos en ácidos grasos esenciales.
Aun así, estas medidas pueden no resultar suficientes y ante un brote fuerte de dermatitis atópica puede ser necesario el uso de medicamentos tópicos. Llegado este momento, nuestra recomendación es que se consulte con un dermatólogo para que paute un tratamiento en función de cada caso.
La atopia y las alergias
La atopia tiene síntomas similares a las reacciones alérgicas, recordemos que además del prurito otros síntomas son el asma, la rinitis y la conjuntivitis. Con esta sintomatología es muy difícil diferenciar la atopia de una reacción alérgica aislada. Además, las personas con atopia son más propensas a desarrollar alergias. Lo mejor en caso de duda, es consultar con un dermatólogo.
Productos Sesderma para la atopia
Sesderma es pionero en el desarrollo de productos para mejorar todo tipo de afecciones de la piel. Por eso cuenta con una gama de productos específicos para ayudar a las personas con atopia a cuidar su piel, la línea Atopises. Los productos de esta línea evitan la deshidratación, contienen agentes inhibidores de la producción bacteriana, calman el picor y el enrojecimiento y ayudan a reequilibrar el sistema defensivo de la piel.
La familia Atopises cuenta con los productos necesarios para el cuidado diario de la piel con tendencia atópica:
Gel de baño Atopises, un gel de uso diario, sin perfume, sin colorantes y sin parabenos. Alivia el picor y evita el rascado gracias a la acción calmante de la avena, la mimosa y la camomila. Reduce el riesgo de sobreinfección por la acción bactericida del Cetylpiridinium. Es apto para bebes, niños y adultos.
Atopises leche corporal, hidratante de uso corporal para pieles con tendencia atópica o secas que restaura la barrera hidrolipídica, recuperando así la función barrera de la piel. Reduce el riesgo de sobreinfección por la acción antiséptica del Cetylpiridinium. Alivia el picor y evita el rascado gracias a la acción calmante del glicirretínico, los ácidos boswelicos, la vid roja e incluye ceramidas que mejoran la función barrera de la piel. Tampoco tiene parabenos, ni colorantes. Y también es apta para niños y adultos.
Atopises Oil, es un aceite hidratante intensivo con un 98% de aceite de hipérico que contiene propiedades antiinflamatorias, regenerantes y calmantes. El secreto para aplicarlo bien, es aplicarlo sobre la piel húmeda. También es apto para el cuidado diario de las pieles muy secas.
Atopises crema hidratante cuidado intensivo. Crema altamente hidratante y emoliente para el cuidado intensivo e hidratación profunda. Es específica para momentos de brote y sequedad extrema. No contiene colorantes ni parabenos y es apta para bebes, niños y adultos.
Otros productos de Sesderma para el confort de las pieles con tendencia atópica son:
Primuvit Crema, Indicado especialmente para la hidratación diaria de pieles muy secas, descamadas o con tendencia atópica, gracias a su contenido en Aceite de onagra, Urea, Manteca de Karité, Aceite de Jojoba, Aloe vera y Alantoína. Mejora la sequedad y el prurito. Es de uso facial y corporal y con excelente tolerancia en las pieles infantiles.
Primuvit cápsulas, es un complemento alimenticio indicado para pieles atópicas, secas, frágiles y descamadas, a base de onagra, borraja y ácidos grasos esenciales.
Uremol crema facial ultra hidratante. Calma, hidrata y repara las pieles secas y muy secas. Con un 3% de urea libre y liposomada, ácido hialurónico, manteca de karité y ceramidas. Hidrata, aporta ácidos grasos esenciales y repara la capa córnea de la piel.
Aquí os dejamos una pequeña guía sobre cómo sería la rutina de cuidado diario de las pieles con tendencia atópica, en base a la edad de los usuarios:
En el caso de los bebes o niños, la rutina de cuidado diario ideal sería:
Paso 1: Limpieza facial o focal. En caso de brote o piel irritada, recomendamos limpiarla con Sespanthenol Tónico limpiador para pieles sensibles que han sufrido agresiones. Al ser en spray no es necesario tocar la piel dañada y tiene efecto calmante, alivia la sensación de ardor y favorece la regeneración natural de la piel.
Paso 2: Higiene diaria con gel de ducha Atopises. Recuerda, duchas cortas con agua templada.
Paso 3: Hidratación con Atopises Oil aceite hidratante o Atopises leche corporal.
Paso 4: Primuvit crema hidratante. Aplicar de forma focal en los brotes de atopia.
Paso 5: Primuvit Cápsulas.
Para el caso de adultos, sería la siguiente:
Paso 1: Limpieza facial o focal con Sensyses Atopic.
Paso 2: Hidratación facial con Uremol crema hidratante o Atopises crema hidratante cuidado intensivo.
Paso 3: Higiene con gel de ducha Atopises. Recuerda, duchas cortas con agua templada.
Paso 4: Hidratación con Atopises leche corporal o Atopises Oil aceite hidratante.
Paso 5: Atopises crema hidratante cuidado intensivo. Aplicar en brotes.
Paso 6: Primuvit Cápsulas.
Cierre:
Si tu piel tiene tendencia atópica, ponte en manos del dermatólogo, sigue nuestros consejos y escoge Sesderma para el cuidado diario de tu piel.
En Sesderma llevamos 30 años escuchando la piel de todas las edades, razas y etnias, y somos pioneros en el uso de nanotecnología, gracias a la que conseguimos niveles de penetración de los principios activos nunca antes alcanzados, y maximizar así la efectividad de nuestras fórmulas.
¡Sesderma, piel hidratada y en calma!
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