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En la actualidad todos conocemos lo importante que es la alimentación para nuestra salud pero, además, también debemos tenerla en cuenta si queremos presumir de una piel sana y bella. Es importante prestar atención a nuestra dieta, porque somos lo que comemos y nuestra alimentación se refleja tanto por dentro como por fuera.
Si cuidamos nuestra alimentación podremos hacer frente a las agresiones externas provocadas por el medio ambiente como los rayos UV y la contaminación, la realización de ejercicio físico en exceso, posibles enfermedades o los desequilibrios nutricionales, son los encargados de generar radicales libres y, por tanto, debilitar nuestro organismo.
Este daño causado por agentes externos puede provocar un estrés en nuestras células y acelerar el envejecimiento cutáneo. Este envejecimiento se reflejará en la piel a través de una falta de hidratación, arrugas más profundas, mayor flacidez, aumento de manchas y un aspecto mate de la piel.
Pero aun siendo constantes en llevar una dieta sana y equilibrada para proteger a nuestro organismo, los problemas pueden aparecer, por eso se recomienda tomar complementos alimenticios a base de vitaminas y proteínas que cubran las carencias que nuestra alimentación no cubre.
En el mercado podemos encontrar varios tipos de complementos alimenticios según nuestras necesidades:
– Sustitutivos de la dieta. Poseen un bajo contenido en calorías y suelen ser utilizados en aquellas dietas para reducir peso. Estos productos pueden sustituir una o más comidas diarias, como por ejemplo las barritas.
– Suplementos energéticos. El objetivo de estos productos es mantener el rendimiento físico por su alto contenido en hidratos de carbono. Podemos encontrarlos en forma de bebida y consiguen reponer los minerales esenciales que perdemos al sudar cuando realizamos deporte. También aportan glucosa a nuestro organismo.
– Complementos vitamínicos. Estos productos suplen las carencias de una alimentación normal. Los podemos encontrar en forma de píldoras, ampollas, polvos, etc.
– Bebidas hidrosalinas. Diseñadas para cubrir la pérdida de las sales minerales durante la práctica de ejercicio y evitar así la deshidratación. Las más comunes son las bebidas isotónicas, que aportan hidratación y rendimiento en el ejercicio.
– Concentrados proteicos y de aminoácidos. Aportan proteínas y por tanto favorecen el desarrollo muscular. En este apartado se encuentra la lactoferrina, que es una proteína que se encuentra en la leche materna. Con múltiples beneficios para los sistemas biológicos está considerada como una gran barrera contra los ataques provocados por los agentes externos.
Nuestra recomendación para esta época del año es la inclusión de un complemento alimenticio alto en lactoferrina para conseguir una alimentación completa y la salud de nuestro organismo. La consideramos de gran importancia ya que posee acciones antioxidantes, antibacterianas, antivíricas, antinflamatoria y antifúngicas. Además, estimula el sistema inmunológico y el crecimiento.
Suple las carencias que tu organismo necesita con la lactoferrina. Tu organismo lo notará y tu piel reflejará tu estado saludable.
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