La genocosmética aplicada ha dado como fruto toda una nueva generación de productos cuya acción tiene lugar en el origen de las alteraciones de la piel causadas por el envejecimiento. Es decir, actúan en los genes de las células de nuestra piel, de ahí el nombre de genocosmética.
Atacan el problema de raíz, no solo donde se manifiesta sino fundamentalmente donde se origina. Esta es su principal diferencia respecto a la cosmética convencional. Para garantizar su eficacia, los principios activos tienen que alcanzar las células. Para ello hay que encapsularlos en burbujas lipídicas (liposomas) de tamaño nanométrico. Esto se consigue gracias a la nanotecnología. De esta manera logramos que penetren en la piel hasta su target.
¿Cómo actúan los productos basados en la genocosmética?
Se está abriendo varias líneas de investigación. Algunos de estos productos incluyen ingredientes que reparan el daño causado en nuestras células por las radiaciones UV del sol. Se trata de fotoprotectores y fotorreparadores, caso de la línea Repaskin de Sesderma. Otros ingredientes son capaces de regular los ciclos celulares del día y la noche para favorecer la activación y reparación celular (cronopéptidos en Sesgen 32); otros aportan energía a la célula (mitocondria) para hacer más eficaces los procesos celulares (activos de ATPSES); otros ejercen una potente acción antiarrugas gracias al retinol de última generación (Reti Age); otros como Factor G Renew activan la proliferación y actividad celular de nuestra piel gracias a los factores de crecimiento. Esto son unos pocos ejemplos, pero las posibilidades son enormes y abren un nuevo mundo de posibilidades en los tratamientos antiedad.
¿Con qué principios activos se trabaja?
Actualmente se está trabajando con cronopéptidos, también con enzimas de acción reparadora del ADN (fotonucleasas, endonucleasas, oxoguanina), teprenona, cloruro de zinc, aminoácidos… Pero a buen seguro, la lista seguirá creciendo.
¿La eficacia de la genocosmética tiene alguna base científica?
Con el fin de demostrar la efectividad de Sesgen 32, se han llevado a cabo diferentes estudios a cargo del instituto Bionos Biotech. Bionos Biotech es una spin-off del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe, de Valencia.
Los estudios realizados con Sesgen 32 han demostrado que:
El tratamiento con Sesgen 32 incluye ingredientes que aumentan la expresión de la telomerasa hasta en un 35%, preservando así la longitud de los telómeros.
El tratamiento con Sesgen 32, además, incorpora activos que aumentan la expresión de los genes Clock y Per 1 hasta en un 15%. Estos genes son los que sintetizan las proteínas que mantienen sincronizado el ritmo circadiano celular.
Otra de las líneas basadas en la genocosmética, Repaskin, ha demostrado que los ingredientes que incorpora reparan* hasta el 50% del fotodaño en el ADN gracias a la reducción de dímeros de timina hasta en un 50% (mecanismo molecular de reparación a través de vías p53, p21 y cF0S).
*Sesderma data on flie: Estudio de la capacidad de reparación del ADN dañado tras exposición a radiación UV e inducción de la reparación tras aplicación de REPASKIN.
¿Estos productos son aptos para todas las personas?
Esta nueva generación de productos es segura. En cualquier caso, a la hora de elegir un producto es importante pedir consejo al farmacéutico o al dermatólogo, pues éstos conocen perfectamente si alguno de los principios activos puede ser desaconsejable para nosotros. La labor de estos profesionales es esencial a la hora de transmitir las cualidades de los productos basados en la genocosmética y de aconsejar al consumidor cuál es el más adecuado para su piel. Estos prescriptores conocen perfectamente qué diferencia un producto bien elaborado, que incorpora una buena combinación de principios activos, seguro, fiable, de otro que no lo es.
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